1924

    Nació Francisco Morales Nieva, hijo de Francisco y de Pilar en Valdepeñas un 29 de diciembre en el seno de una familia burguesa y liberal.

    Su nacimiento estuvo ya marcado por el tinte orgiástico de su teatro: un amigo "curda" del médico le bautizó con manzanilla en nombre de todos los "curdas". Sus propias palabras ilustran el hecho con claridad.


1931

    Su padre es destinado a Toledo como Gobernador Civil. Allí residen unos años hasta su vuelta a Valdepeñas.

    Durante este tiempo sus padres, por no dejarme sólo en casa, le llevan al teatro y ha visto una función de "La Barraca" de Lorca, zarzuelas, conocía a diferentes actores, etc.

    Es la época dorada de la zarzuela. Los cantos y los bailes se muestran a través de unos personajes tópicos salidos de lo más castizo del pueblo.


1936

    La nueva estancia en Valdepeñas durará hasta el final de la contienda.

    La guerra también dejó su huella en Nieva. Uno de sus recuerdos que mejor se ha grabado es el que se refiere al batallón de milicianos renegados y valientes que organizó Félix Torres, alcalde de Valdepeñas. En este batallón destaca la figura de El Prenda, un niño que se encuentra en el origen de uno de los personajes más característicos de Nieva: El niño como ente arcano y superior.


1939

    Para evitar los problemas de la inmediata postguerra, la familia de Nieva se refugia en una casita de Sierra Morena donde viven aislados. Nieva "mata" el tiempo escribiendo un tipo de teatro que podía llamarse casi del absurdo. Un teatro nacido de mis lecturas de Gómez de la Serna, de Jardiel...

    En este momento conoce a uno de los personajes que va a generar en él una actitud literaria potenciada poco después: Juan Alcaide.
1.941

1941

    Cuando por fin abandonan su "exilio", se establecen en Madrid. F. Nieva quiere ser actor pero su padre no lo consintió. "Era una profesión demasiado azarosa, se conoce, para una familia decente".


1945

    Por ello ingresa en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Durante estos años, Nieva sigue escribiendo sus textos teatrales de carácter insólito y no naturalista .

    En esta época, avisado por su maestro Juan Alcaide, toma contacto con Carlos Edmundo de Ory y Eduardo Chicharro que le introducen en los círculos del postismo.

    "Yo, aunque era muy crío, me adherí a aquel movimiento que traía a la España de los años 40 una raíz del futurismo italiano, representado, sobre todo, por Marinetti. Éramos una especie de reunión de apestosos que hicimos reír a todo Madrid, pero que importábamos en aquel momento, como Sastre o los hermanos Saura, a la gente que venía de fuera"

    Estos años, a través Milena Milani, conoce al doctor Piterbarg, quien le gestiona una beca para marchar a París.


1949

    Estreno de la obra de Antonio Buero Vallejo, Historia de una escalera, considerada como una de las primeras renovaciones del teatro español de postguerra.

    Comienza los primeros esbozos de Malditas sean Coronada y sus hijas.

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